Juliana Bilachi: Psicóloga.

Tu estrés ya no pertenece a tu cerebro y cuerpo

Ahora te invito a respirar profundamente y luego expulsar el aire muy lejos de tus pulmones. Y mientras esto sucede, te sugiero que te pongas en una posición comoda. Desde esa comodidad, empiezas a escuchar cada palabra que yo te digo… y a cada palabra que yo te digo, vas a entrar en un estado de relajación cada vez mayor. Imagínate los músculos, los nervios, las fibras y tejidos de tu cara relajándose intensamente y que esa relajación va pasando por tu cuello, tus hombros y tus espaldas; el sonido de mi voz te acompaña y te ayuda en ese momento especial. Tú puedes sentir tus brazos, tus manos y dedos relajándose intensamente y  puedes sentir que tu abdomen y tus caderas empiezan a sincronizar con tu cabeza y con las partes del cuerpo que ya están relajadas. Disfruta de esas sensaciones. En este momento tú puedes imaginar tus piernas, tus rodillas, tus pies y tus dedos de los pies obteniendo  el flujo de relajación que viene de todo tu cuerpo.

Ahora me gustaría que escucharas mientras cuento del 1 al 10 y a medida que voy contando, déjate llevar por esa relajación profunda y por tu subconsciente. Más y más cómoda  en un estado profundo de bienestar. Y cuando llegue a 10, estarás en un estado pleno de relajamiento, tranquilidad, muy profundo. A medida que avanzas hacia un estado muy profundo, tu subconsciente abre la puerta de tu mente interior para que podamos hacer el trabajo que nos proponemos: disipar el estrés de tu cuerpo y mente…1… relajando aún más. 2 … yendo más y más profundo. 3,.. mucho más profundo. 4,.. cada vez más profundo con cada respiración que tomas. 5,… atendiendo solo al sonido de mi voz, y profundizando cada vez más con cada una de las palabras que digo, independientemente del significado de mis palabras. 6,.. y a medida que profundizas más y más, te pones más en contacto con tu mente más profunda. 7.., en un estado más profundo, más sólido y relajado. 8.., mucho más profundo, poniéndote más en contacto con la parte de ti que es más preciosa. 9,.. y a medida que tu cuerpo se relaja, tu mente se relaja y tu cuerpo se relaja todavía más. Y 10,.. diez veces más profundamente relajado. Sin nada que te moleste, de modo que todo lo que te importa ahora es cuánto más profundamente puedes relajarte.

Tu subconsciente sabe que el estrés puede ser muy útil para producir una explosión de energía y concentración en muchas situaciones. Pero cuando  es recurrente e intenso, algo que la mayoría de nosotros enfrenta cada día, en realidad, empieza a cambiar nuestro cerebro y puede afectar el tamaño del cerebro, su estructura, y cómo funciona, hasta el nivel de los genes. Cuando el cerebro detecta una situación de estrés, tu Eje Hipotalámico-Hipofisario-Suprarrenal se activa al instante y libera cortisol, la hormona que prepara el cuerpo para la acción inmediata.

Altos niveles de cortisol durante largos períodos de tiempo causan estragos en el cerebro. El estrés crónico aumenta el nivel de actividad y el número de conexiones neuronales en la amígdala, centro del miedo del cerebro. Y al aumentar los niveles de cortisol, las señales eléctricas en el hipocampo, la parte del cerebro asociada el control del estrés se deteriora. Hay muchas maneras de revertir lo que el cortisol hace en tu cerebro estresado.

Por ello te invito a imaginar  el Eje Hipotalámico-Hipofisario-Suprarrenal en tu cuerpo y naturalmente sus procesos de segregar sus hormonas. El Hipotálamo segrega  corticotropina, que regula la liberación de adrenocorticopina en la glándula prurítica o suprarrenal. La glándula prurítica está unida al hipotálamo por las fibras nerviosas y los vasos sanguíneos, y cuando es estimulada, libera hormona adrenocorticotrópica (que regula las glándulas suprarrenales). Las glándulas suprarrenales producen hormonas que ayudan a regular las respuestas al estrés.

Imagina que tu subconsciente está ayudando, en ese momento, al Eje Hipotalámico-Hipofisario-Suprarrenal a producir una cantidad suficiente de hormonas en cada una de ellas, cuando digo una cantidad suficiente, es una cantidad saludable. Tu subconsciente es poderoso para crear una energía curativa para fortalecer al hipotálamo frente a los estímulos de estrés que ha recibido y regular la producción exacta de cortisol durante todo el proceso fisiológico.

Ahora imagina tú subconsciente irradiando la energía curativa en el núcleo del Hipotálamo y que la fuerza de esa energía armoniza cada parte del núcleo, estabilizando las secreciones de la hormona corticotropina.

Tú puedes imaginar esa hormona llegando a la glándula Suprarrenal y la energía curativa estimula saludablemente esa glándula a producir la hormona adrenocorticopina, tu imaginación puede alcanzar, en ese momento, un nivel muy profundo y tú puedes ver al violinista Niccolò Paganini tocando un Stradivarius y su concierto musical, interpretando a Chopin para el público. El perfecto sonido del violín surge de la exacta excitación de las cuerdas por el arco que es influenciada por las armónicas vibraciones y resonancias de todo el violín.

Y ahora tú puedes sentir la hormona adrenocorticopina siendo llevada sutilmente por la energía curativa y, así, llegando y envolviendo como un manto divino las glándulas Suprarrenales.

Tú puedes imaginar esas dos glándulas produciendo muchas hormonas, una de ellas es la hormona cortisol cuya liberación es responsable por la respuesta al estrés.

Imagina, ahora, tú subconsciente abrazando tu Eje, cariñosamente, y derramando toda su energía curativa y esa energía, en ese momento, con el poder total de bendecir.

Tu subconsciente va a enviar una señal para ti…puede ser una sensación, una imagen, una palabra o un movimiento espontaneo de cualquier parte de tu cuerpo; Y cuando lo recibas, puedes decir en voz alta ya. A partir de ahora,  vas a sentir tu nivel de estrés cada día más bajo, más bajo, más bajo e incluso si vives una situación de fuerte impacto emocional, no sufrirás una alta estimulación mental y corporal, porque tu Eje Hipotalámico-Hipofisario-Suprarrenal reaccionará de modo equilibrado y armónico.

Voy a contar de 10 hasta 1 y cuando yo diga 1, puedes abrir los ojos.
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1…puedes abrir los ojos.