Claudia Reinicke: Psicóloga y psicoterapeuta.
Cómo enriquecer la hipnosis con el tapping para aumentar la resiliencia en diferentes situaciones abrumadoras como ejemplo de un enfoque Ericksoniano reciente.
En la formación psicoterapéutica y también en muchos cursos de formación continua, a los terapeutas se nos enseñan enfoques metodológicos y a menudo se nos anima a utilizarlos de forma pura. Lo que es evidente en la investigación, porque de lo contrario no sería posible diferenciar los factores eficaces, no siempre parece ser el enfoque ideal en la práctica diaria.
Muchos terapeutas, independientemente de su formación, se preguntan a menudo por qué no deberían utilizarse técnicas de ámbitos completamente distintos para reducir las desventajas identificadas de un método. Dependiendo del profesor, el enfoque integrador de otros métodos se fomenta o incluso se prohíbe terminantemente. Por último, aunque no por ello menos importante, a menudo no se profundiza lo suficiente en el capítulo sobre las indicaciones de cada método, lo que podría dar la impresión de que debe ser adecuado para todas las indicaciones. En los seminarios de formación continua con terapeutas en ejercicio, es recurrente la necesidad de discutir casos en los que los enfoques anteriores no han logrado los resultados deseados. En última instancia, a menudo son los clientes con sus complejos problemas los que abren los ojos de los terapeutas a otros enfoques metodológicos.
Sin embargo, allí donde los terapeutas y asesores hemos aprendido en un contexto terapéutico que las interrupciones de pautas y los cambios de perspectiva pueden provocar cambios significativos en situaciones estancadas, en los últimos años hemos asistido a un aumento de la tolerancia a la ambigüedad en el ámbito terapéutico. Todos los procedimientos pautados parecen abrirse e integrar otros procedimientos como técnicas adicionales.
Aquí, me gustaría presentar en breve un enfoque que integra diferentes técnicas, así como los diversos sistemas que rodean a un cliente, independientemente de la orientación teórica del terapeuta para llegar entonces a la idea específica, para combinar partes de la hipnoterapia con una técnica de embodiment: el tapping.
KIKOS® –una brújula para integrar sistemas complejos– es un enfoque que cambia constantemente con el usuario, el cliente y el tiempo.
En términos prácticos, la experiencia demuestra que el trabajo terapéutico es mucho más eficaz, requiere menos energía y es más fácil cuando los padres y el entorno educativo participan en la psicoterapia de niños y adolescentes, o cuando los esfuerzos de un niño por cambiar su comportamiento son inútiles si estos entornos o sistemas no están a bordo. Y esto se aplica no sólo al niño, sino a todas las personas de su entorno que estén interesadas en el cambio. Para que se produzca el desarrollo es necesaria una actitud interior que permita establecer conexiones seguras con otras personas. También en la psicoterapia de adultos se observan efectos más rápidos, fáciles y duraderos cuando interviene el entorno del cliente.
En primer lugar, me gustaría ofrecer una visión general de todo el enfoque antes de hablar de la interacción entre la hipnosis y las técnicas de tapping.
1. La Brújula KIKOS® para la integración de sistemas complejos –un Enfoque Ericksoniano que incluye diferentes entornos y diferentes técnicas
1.1 El sistema del cliente
En el sistema de un cliente suelen interactuar muchas más personas que las que intervienen en una psicoterapia con enfoques sistémicos clásicos. Para muchos niños, la cooperación con su entorno familiar no sólo es esencial, sino que a menudo hay personas en su entorno escolar, actividades de ocio, etc. cuyos recursos encierran un enorme potencial de cambio, lo que a menudo confiere al proceso terapéutico una facilidad y eficacia inesperadas. En el caso de los clientes adultos suele ocurrir lo mismo: la pareja, los colegas, los médicos u otras personas del entorno pueden ser tan útiles como en el caso de los clientes infantiles. Pueden tener una influencia enormemente útil en determinadas situaciones. Y en un sistema así, el cambio duradero sólo puede producirse si hay al menos un pequeño movimiento en todos los ámbitos. En este enfoque, los terapeutas y asesores pueden asumir sin duda el papel de iniciar este movimiento.
1.2. La Brújula KIKOS®
La Brújula KIKOS® es un modelo creado por el propio terapeuta o usuario, basado en su propia formación básica, personalidad y experiencias. El modelo muestra la compleja interacción entre el terapeuta, el cliente y su entorno inmediato y más lejano, que se representan como gotas flexibles. Los tres sistemas se simbolizan con las siguientes abreviaturas y se combinan según sea necesario en la aplicación.
Cliente – C
Entorno directo – DE
Entorno más amplio – WE
Las técnicas de que dispone un terapeuta se representan como puntos de colores en la brújula y se seleccionan con la aguja de la brújula en forma de rombo después de haber decidido con qué personas de la situación se debe trabajar y qué técnica se debe utilizar.
Hay tres principios básicos en KIKOS:
- Supuesto básico de aceptación:
Cada uno hace lo que puede. No pueden hacerlo mejor en ese momento.
En otras palabras, cada persona, aunque no se comporte de forma orientada al equipo o esté «completamente desubicada», es tratada con una actitud interior de respeto, presencia y cuidado atento y es tratada con aprecio.
- Asunción básica de recursos en el sistema:
Hay tantos recursos en el entorno que rodea a la persona afectada que resulta útil implicar no sólo al entorno inmediato, sino también al entorno más amplio.
- Asunción básica de las personalidades individuales:
El terapeuta/profesor/doctor «atiende las mesas» de cada cliente/alumno/paciente, creando una «cuvée» de diferentes técnicas adaptadas a sus sensibilidades y experiencias individuales.
Las técnicas no sólo se adaptan al tema, al cliente y a su situación, sino que también están determinadas esencialmente por las experiencias, preferencias e inclinaciones del terapeuta. Esto se subraya aquí porque tanto los profesores como los terapeutas a veces parecen seguir creyendo que tienen que ser capaces de «llevarse bien» con todo el mundo desde la distancia profesional. Esta expectativa a menudo parece tener consecuencias fatales, tanto para el cliente como para el orientador.
En otras palabras, cuando se trabaja con KIKOS®, se acepta a las personas tal y como son, se les devuelve el reflejo, se asume que la persona o su entorno disponen de los recursos necesarios y se apoyan los cambios deseados con un colorido ramillete de técnicas apropiadas para el cliente y el terapeuta, simbolizadas por los puntos individuales, lo que le confiere una gran flexibilidad. Se anima a los terapeutas a utilizar técnicas, mezclarlas con técnicas complementarias según convenga a la situación, o incluso descartar el plan original y utilizar algo más prometedor.
Detrás de los puntos de colores están las técnicas individuales en las que te centras, pero sólo para integrar otras técnicas si es necesario. Así pues, utilizas la aguja de la brújula para seleccionar una técnica que te parezca adecuada y centrarte en ella, simbolizada por la lupa. Sin embargo, si es necesario, también puedes utilizar la aguja de la brújula para seleccionar otra técnica que la complemente.
T – representa el trance y todos los elementos hipnoterapéuticos.
R – significa orientación a los recursos.
I – significa técnicas de impacto.
P – significa PEP (psicología centrada en el proceso y la corporalidad).
L – significa centrado en la solución.
E – significa encarnación.
… – representa todas las demás técnicas que un terapeuta, profesor, orientador o cualquier otra persona pone sobre la mesa.
Leídas en el sentido de las agujas del reloj, las letras forman la palabra TRIPLE, que simboliza el triple éxito que resulta de la interacción de los tres sistemas.
KIKOS® se puede utilizar de forma flexible y se puede aplicar en muchos formatos de terapia y asesoramiento, independientemente de las orientaciones terapéuticas y profesionales específicas.
Por supuesto, iría más allá del alcance de este documento presentar en detalle todas las técnicas contenidas en la brújula. Sin embargo, se ofrece aquí una breve descripción de cada una de ellas para dar una idea de por qué y dónde se utilizan.
1.3. T, R, I, P, L, E – las técnicas
T, como en trance
Representa en este enfoque todas las técnicas con elementos hipnoterapéuticos, especialmente los métodos desarrollados por Milton Erickson (2016). Los elementos clásicos de la hipnosis, como la siembra, el ritmo, la vinculación y la conducción, se mezclan constantemente para que el estado de vigilia y el estado de trance se fundan constantemente el uno en el otro. En consecuencia, los procesos de búsqueda o sugestiones inconscientes y transderivacionales se dan a menudo de forma bastante casual en una conversación normal, de modo que las personas se deslizan hacia delante y hacia atrás entre los estados de vigilia y de trance. Esta variante es especialmente adecuada para los niños. Se trata, por tanto, de técnicas del campo de la hipnosis fáciles de aprender y que pueden utilizarse repetidamente en el trabajo sistémico, como, por ejemplo:
– los tres deseos del hada – para centrar la atención del cliente en acontecimientos deseables en el futuro.
– la historia del castor, que es muy útil cuando es necesario abandonar viejos caminos pero resulta difícil hacerlo.
– el cofre chino – cuando los pacientes necesitan urgentemente aliviarse de cuestiones o experiencias de las que no pueden o no quieren hablar, o cuando no saben cómo deshacerse de sus ataduras.
– los viajes corporales, para comprender mejor los procesos internos involuntarios y descubrir tus propias estrategias para cambiarlos, independientemente de que se trate de desafíos físicos o mentales.
– La historia del león, para activar recursos allí donde el fracaso actual sugiere desesperanza y sería útil redescubrir viejos recursos, integrarlos y mirar al futuro con asombro y satisfacción retrospectivos.
– Trabajar con los estados del ego para encontrar el acceso a las diferentes partes internas que a menudo ven e influyen en el asunto de forma controvertida, e invitar a cada una de ellas a contribuir en el futuro según sus recursos y en el lugar adecuado.
– Historias terapéuticas, metáforas que tienen efecto en todo el sistema, y muchas otras que pueden utilizarse en el proceso de cambio terapéutico solas o en combinación con otra técnica, como el tapping de PEP®.
La combinación de una técnica de hipnosis y el tapping se describirá más adelante.
Además, en este enfoque, es muy importante concienciar a las personas de los distintos sistemas (K, DE, WE) de los efectos negativos de las sugestiones dadas involuntariamente, con el fin de reducir la frecuencia de difusión de formulaciones persistentemente estresantes en su entorno y la permanencia en trances problemáticos en el futuro.
Además, la utilización (es decir, utilizar todo lo que el cliente trae consigo, incluido el problema) y el reencuadre (cambiar la perspectiva para ver el problema bajo una nueva luz) son esenciales para una actitud interior que todo terapeuta y consejero debería tener. El supuesto Ericksoniano es que:
El cliente tiene la solución en su interior, sólo que aún no lo sabe.
Esto forma la base de la actitud de que cada uno hace lo mejor que puede; no puede hacerlo mejor en este momento.
Estas técnicas siempre se utilizan cuando el cliente (todavía) no tiene ninguna solución para el problema y es poco probable que una solución propuesta externamente sea prometedora.
R, de orientación a los recursos
Sin orientación a los recursos, no hay hipnosis ni KIKOS®.
Hacer hincapié en los recursos y el potencial de los clientes es un requisito previo fundamental para todas las técnicas utilizadas aquí. Los recursos son medios para alcanzar objetivos; están presentes en el cliente o, como describe Revensdorf (2001), «pueden actualizarse en interacción con el entorno». Si no nos centramos en las habilidades, capacidades y recursos de la otra persona, es prácticamente imposible reforzar la autoeficacia y la resiliencia. Dado que la tarea de los terapeutas y orientadores es acompañar y apoyar a las personas para que superen sus retos a su manera, una cierta orientación hacia los recursos debería ser una parte natural del programa.
I, al igual que las técnicas de impacto
Se refiere al trabajo multisensorial, motivador y promocional para acelerar los procesos hacia una solución, según Ed Jacobs. Sobre la base de un buen rapport, se presta más atención a las señales no verbales sin demasiada narrativa. Mediante un trance ligero, se desencadenan inconscientemente cambios de comportamiento a través de impresiones visuales y cinestésicas. Danie Beaulieu (2013), como fundador de las técnicas de impacto, se refiere a la sinergia entre Erickson, la orientación a la solución y la PNL. La técnica está orientada principalmente a la experiencia y a la acción y es ideal para eludir la resistencia a través de acciones lúdicas en un nivel no cognitivo. Se utilizan de forma creativa técnicas que implican objetos, elementos cotidianos y movimiento.
Por ejemplo:
– Dar objetos para llevar a casa que actúen como sugestiones poshipnóticas, como un tarro de recursos en el que el cliente recoja diferentes fortalezas que haya dibujado o anotado.
– Vasos que el cliente llena de agua hasta diferentes niveles para ilustrar cuánta energía utiliza para qué tareas (una variación inconsciente muy agradable que puede utilizarse, no sólo, pero sí, por ejemplo, para mostrar a los padres sentados cerca sin palabras para qué se está utilizando la energía de su hijo y para qué no es suficiente);
– O un billete arrugado, que transmite que el comportamiento abusivo no disminuye el valor de la víctima.
– O malvaviscos y espaguetis, que pueden utilizarse para experimentar de forma tangible la red de relaciones de un niño con padres separados que ya no tienen contacto entre sí.
– Y muchos más.
Todas estas técnicas son independientes, muy potentes y eficaces, y también pueden ser extremadamente útiles como interruptores de patrones en otros procesos más cognitivos.
P, como PEP (Process-Oriented Embodiment-Focused Psychology)
Según Michael Bohne (2013), PEP puede clasificarse como técnicas de intervención bifocales-multisensoriales (como Brainspotting, EMDR, etc.), que se desarrollaron a partir de técnicas de tapping (como EFT, TFT, EDxTM) de forma orientada al proceso. Se trata de un método que activa la autoeficacia, utilizando una combinación de estrategias psicodinámicas, de terapia conductual sistémica e hipnoterapéuticas, y que puede integrarse muy bien en la psicoterapia, el coaching, la atención primaria psicosomática y la terapia del trauma.
Con esta intervención es posible:
– tratar los sentimientos estresantes y angustiosos actuales mediante golpecitos en diversos puntos de la cabeza, la cara y la parte superior del cuerpo,
– así como patrones de relaciones y creencias disfuncionales mediante afirmaciones de autoempoderamiento combinadas con un ejercicio físico llamado «cranking» (frotar un punto por debajo de la clavícula, sobre el corazón). Al reactivar los recuerdos, corregir los desajustes mediante el refuerzo de las autoafirmaciones y proporcionar una contraexperiencia emocional a través del tapping y la exposición, esta técnica cumple los requisitos para una actualización de la memoria, tal y como describe Antonia Pfeiffer (2022), con el fin de suavizar las fijaciones patológicas e iniciar una reorganización e integración útil de la experiencia.
– Además, los ejercicios sobre los «Cinco Grandes» pueden utilizarse para resolver bloqueos de soluciones como la autoculpabilización o la culpabilización de los demás, las expectativas, las regresiones y las lealtades disfuncionales. Con el test de congruencia cognitiva y el entrenamiento en autoestima, se pueden cambiar en poco tiempo patrones que los clientes sienten que los han acompañado «desde siempre».
PEP® puede utilizarse de forma muy eficaz con niños, adolescentes y adultos de todas las edades (Reinicke& Bohne (2019)). Es un componente integral e intersistémico del enfoque KIKOS®. Una vez que el método se ha introducido en el contexto del cliente y quizás de su familia, también es una puerta útil para involucrar al entorno más amplio en el contexto terapéutico. El entorno escolar y los educadores de tiempo libre suelen ser de gran ayuda para generalizar el método y beneficiarse ellos mismos de él. Cuando la técnica se demuestra y modela en el entorno del cliente, calma su mente y suele hacer que se dé cuenta, sin reproches, de hasta qué punto su propio nivel de estrés contribuye a las escaladas.
L, como en centrado en la solución
Incluye cualquier forma de comunicación útil y enfoques cooperativos que pueden ser útiles para invitar a las partes previamente no implicadas a subir a bordo sin reproches ni culpas implícitas, con el fin de apoyar juntos al cliente y, en última instancia, beneficiarse a sí mismos. El modelo de cooperación centrada en la solución de Ben Furman (2014) es impresionante porque su modelo Twinstar ilustra claramente lo que se necesita para conseguir que otros cooperen eficazmente. En este punto, los colegas terapéuticos a menudo expresan su preocupación porque les resulta difícil o imposible conseguir que los profesores, por ejemplo, cooperen. Esto suele basarse en el prejuicio de que los profesores lo saben todo mejor, se resisten a los consejos y, por lo tanto, no están abiertos a la cooperación, para lo cual, por desgracia, también hay ejemplos que lo confirman: 30 años de experiencia me han aportado muchos educadores de mente abierta que también tienen sus propios problemas de desencadenamiento y no han aprendido explícitamente muchas herramientas útiles para el comportamiento y el autocontrol en su formación: ¡hacen lo que pueden! La comunicación en este enfoque, que siempre se centra en el objetivo y no en el problema, hace que sea muy importante valorar a la otra persona, mostrar un interés genuino por sus problemas y esperar éxitos juntos. Si, además, se tienen en cuenta diferentes perspectivas cuando se transmiten críticas y, en caso de contratiempos y fracasos, se ofrece a todos la oportunidad de asumir su parte de responsabilidad, incluso las colaboraciones aparentemente desesperadas suelen convertirse en una cooperación fructífera basada en el entendimiento mutuo, y todo el sistema desarrolla una mayor tolerancia a la ambigüedad.
E, como en el embodiment (corporeización)
Es un área que ha sido significativamente descuidada en los enfoques psicoterapéuticos durante muchos años. Afortunadamente, los enfoques basados en la corporeización han ido ganando importancia en los últimos años. Esto parece inevitable cuando se consideran los estudios disponibles y se comprueba que, por ejemplo, pacientes con TEPT fueron tratados con psicoterapia convencional durante años sin que se produjera ningún cambio en sus síntomas físicos. Por el contrario, después de seis sesiones de técnicas de corporeización (EFT), el 90% del grupo de control dejó de cumplir los criterios del TEPT, según se recoge en el estudio de Church et al. (2013). En muchos enfoques terapéuticos recientes, el cuerpo desempeña un papel importante como escenario de las emociones, como en PEP o Brainspotting (véase Andreas Kollar, 2024), o en el trabajo de la tríada según Gabriela von Witzleben (2021), en el que el abdomen, el corazón y la cabeza se simbolizan como centros emocionales esenciales en forma de anclajes al suelo, lo que permite a los pacientes ser más conscientes de sus sentimientos. Se trata de una técnica extremadamente útil en un mundo excesivamente intelectual en el que los problemas se resuelven exclusivamente a través de la lógica.
También en este caso, KIKOS® utiliza pequeños ejercicios de estas técnicas que pueden incorporarse al trabajo terapéutico sin necesidad de años de formación.
Por nombrar algunos:
– Un ejercicio con anclas en el suelo que resulta útil a la hora de tomar una decisión a favor o en contra: El cliente coloca en la sala dos anclas de suelo (por ejemplo, en forma de dos trozos de papel), cada una de las cuales simboliza una de las dos posturas. Sin necesidad de argumentos cognitivos, la persona presente en la sala puede sentir con cuál de las dos posturas se siente más cómoda. A menudo se puede obtener una reacción contundente haciendo que la persona sostenga los dos símbolos directamente sobre su corazón, uno tras otro.
– Algo parecido puede conseguirse haciendo que la gente cambie entre distintas sillas que simbolizan las actitudes o estados de ánimo de distintas personas. La mayoría de la gente se asombra de sentir algo diferente por el mero hecho de sentarse en una silla distinta.
Incluso las personas sin experiencia en psicoterapia pueden entrar fácilmente en un estado de ánimo positivo cuando, en un ejercicio de línea temporal, se colocan sobre diferentes anclajes del suelo que representan experiencias positivas de competencia de su propio pasado en orden cronológico. Lo que inicialmente parece un simple ejercicio de memoria suele generar, para su sorpresa, una gran sensación de competencia y recursos que pueden utilizarse a largo plazo y ampliarse una y otra vez.
… (el punto sin nombre)
Representa todas las demás técnicas que el terapeuta, profesor, orientador o quienquiera que sea pone sobre la mesa.
1.4 Procedimiento
Cuando se trabaja con la Brújula KIKOS®, el primer paso es conocer las preocupaciones del cliente y, a continuación, considerar con él quién sería la persona más adecuada para trabajar en esta situación.
Sólo cuando se tiene claro cuál es el primer objetivo, cuando se ha asignado o creado una tarea y cuando se ha determinado quién es la persona más adecuada para trabajar en ella, se puede tomar una decisión sobre qué técnica será útil, porque en última instancia esto depende no sólo del asunto en cuestión, sino también de las personas que van a intervenir.
Por otra parte, es el terapeuta quien decide –con claridad sobre con quién trabajar primero– qué técnica se aplicará. Naturalmente, esto depende de los métodos en los que el terapeuta esté formado, pero lo más importante es que depende de lo que convenga al cliente y a su problema específico en ese momento.
En tales situaciones, el enfoque KIKOS sugiere que, si una técnica encuentra resistencia por parte del cliente, se utilice otra técnica o se combinen técnicas.
Por ello, la siguiente sección pretende describir cómo las intervenciones con hipnosis pueden hacerse más fáciles y accesibles tanto para el cliente como para el terapeuta mediante la integración de técnicas de tapping.
Hipnosis y técnica de tapping
La decisión entre hipnosis y PEP suele depender del nivel de actividad del cliente y de su necesidad de autoeficacia comprensible previa al tratamiento: las personas que desean mantener el control por sí mismas son a veces más receptivas a la PEP que a las técnicas de hipnosis con inducción del trance, lo que, por supuesto, depende fundamentalmente de cómo se les presente. Además, la proporción del habla en la intervención terapéutica es un criterio decisivo. Si el cliente no quiere decir mucho, pero entiende bien el lenguaje, son útiles las técnicas de hipnosis o las técnicas de PEP que funcionan de forma encubierta. Si la persona no entiende nada del lenguaje, el tapping es sin duda el método de elección.
Cuando se intenta resolver un problema emocional de forma dirigida, se recomiendan las técnicas de impacto y personificación porque también requieren pocas palabras y fomentan las respuestas emocionales en lugar de las cognitivas.
Aquí quiero mostrar especialmente cómo las técnicas de hipnosis podrían combinarse con éxito con la técnica de tapping de PEP. Todos los demás recursos del enfoque PEP no se explicarán aquí con más detalle.
Cuando en psicoterapia se activan recuerdos de situaciones pasadas, esto puede provocar una fuerte activación neuronal en la zona del hipocampo. Esto puede perjudicar el procesamiento cognitivo o incluso imposibilitar la reestructuración de los recuerdos, porque estas neuronas conectan con áreas del córtex frontal y reducen su actividad. Pero estas áreas son importantes para resolver con éxito los problemas. Sin embargo, las reacciones emocionales fuertes también pueden perturbar el curso de una intervención hipnoterapéutica. Yo iría incluso más lejos: si una intervención desencadena una emoción fuerte, ésta puede ser, por supuesto, muy útil, aunque resulte estresante. Sin embargo, ¡también puede ser más fácil para el cliente! Si se desencadena un sentimiento fuerte, posiblemente aversivo, tanto la estabilización como el procesamiento de la experiencia pasada pueden verse facilitados si el sentimiento percibido puede ser experimentado por el cliente como «controlable». La técnica de tapping PEP puede ser extremadamente útil en este sentido.
Si el cliente comienza en la situación estresante con el tapping, podría producir un sentimiento facilitador de autoeficacia.
En mis 32 años como psicoterapeuta, sinceramente nunca he encontrado otro método que pueda resolver el caos emocional de la mente de forma tan rápida, eficaz y autoeficaz como la técnica de tapping de Michael Bohne, que forma parte de su enfoque llamado PEP (Process and Embodiment Focused Psychology).
Esta técnica consiste en hacer tapping en 16 puntos diferentes de las manos, la cara y la parte superior del cuerpo cuando te encuentras en una situación emocionalmente incómoda o estás pensando en una. Antes de hacer tapping, lo mejor es calcular el grado de estrés que le produce la situación en una escala de cero a diez. Cero sería nada de estrés y diez sería un caos emocional absoluto, ¡no podría ser peor!
Está perfectamente claro que cuando hay una gran agitación en las estructuras cerebrales más profundas, mostradas aquí en gris oscuro, es decir, cuando el miedo, la ira y la desesperación se han apoderado de nosotros, se envían señales neuronales a la superficie del cerebro (corteza). Aquí es donde tiene lugar nuestro comportamiento de resolución de problemas, es decir, donde consideramos cuál es la mejor manera de afrontar una crisis. Por tanto, todo el mundo tiene claro que nadie puede formar pensamientos de resolución de problemas cuando la estructura cerebral más profunda (área del hipocampo con la amígdala), que siempre tiene prioridad, señala un peligro extremo. Sin embargo, es precisamente este proceso el que puede verse influido por el tapping, como demostraron muchos años de experiencia de los expertos en PEP y también se ha demostrado en diferentes estudios publicados, como por ejemplo en:
– Dina Wittfoth, Antonia Pfeiffer, Michael Bohne, Heinrich Lanfermann & Matthias Wittfoth (2020); Emotion regulation through bifocal processing of fear and disgust inducing stimuli; en BMC Neuroscience, vol. 21, Art.no. 47 (2020).
– Church et al 2013; The Journal of Nervous and Mental Disease 201(2): p153-160, febrero 2013.
Encontrará más estudios sobre tapping en Pfeiffer, A. (2022) emotionale Erinnerung – Klopfen als Schlüssel für Lösungen; Heidelberg: Carl Auer Verlag.

Klopfen mit Kindern, M. Bohne & Claudia A. Reinicke 2016
Concéntrate en el sentimiento negativo y siente en qué parte del cuerpo se encuentra y su intensidad (entre 0 y 10). A continuación, empieza a golpear el primer punto del dorso de la mano entre 5 y 10 veces con los tres dedos centrales de la mano dominante y pasa al siguiente punto. Para los puntos situados en el lecho ungueal de las yemas de los dedos, es mejor utilizar sólo el dedo índice. En algunos puntos, puede sentir una reacción más fuerte, a veces incluso un ligero dolor. Con la práctica, decidirá cuáles son los puntos que más le alivian. Después de cada sesión de tapping, evalúe de nuevo la intensidad de la sensación de estrés. Inspira y espira profundamente después de cada sesión de tapping, tan fuerte como el resoplido de un caballo, si quieres. Observa con curiosidad qué le ocurre a la sensación de estrés después de varias sesiones. ¿Sigue en el mismo lugar o ha cambiado? ¿Se ha quedado igual o se ha extendido? ¿Ha pasado a un segundo plano o ahora es más fácil ver la situación desde la distancia?
Uno se siente tan bien al darse cuenta de que puede influir en el caos emocional de su propia cabeza con esta sencilla técnica. Mis clientes a menudo se sorprenden completamente de poder desenredar ellos mismos la confusión de su cabeza e influir en los sentimientos desagradables en cualquier momento, en cualquier lugar y de forma completamente independiente. Esto sienta las bases para descubrir nuevas perspectivas cuando se enfrentan a un reto, ver la situación desde un nuevo punto de vista, considerar nuevas soluciones y dar así el primer paso hacia el descubrimiento de oportunidades en la crisis.
Llegados a este punto, es posible que se pregunte por qué debería ayudar el tapping.
Existen varias hipótesis, de las que aquí enumeraré brevemente las más importantes:
– El sistema de recompensa del cerebro se activa con la estimulación háptica y la experiencia de autoeficacia, aumentando la sensación de autonomía.
– La estimulación háptica aumenta el flujo sanguíneo cortical, lo que permite que la corteza cerebral vuelva a funcionar mejor.
– La estimulación cutánea libera serotonina, endorfinas y endocannabinoides.
– Además, el proceso es una forma de autocuidado, que fomenta las expectativas positivas.
Se trata, por tanto, de una forma de regulación del afecto a través de la estimulación háptica.

Klopfen mit Kindern, M. Bohne & Claudia A. Reinicke 2016
En este enfoque orientado al proceso, prestamos atención a las sensaciones corporales y vemos el cuerpo como el escenario de los sentimientos e interpretamos las señales corporales como la expresión de aspectos inconscientes, cuyas señales nos tomamos en serio.
Ahora la pregunta es por qué se combinaría una técnica de este tipo con la hipnosis.
A veces se dan situaciones en las que un cliente se muestra inicialmente escéptico acerca de las técnicas hipnoterapéuticas y, a pesar de estar bien informado, en un primer momento siente que «no es para él» o teme no ser capaz de comprometerse adecuadamente. En estos casos, es muy útil y crea una sensación de autoeficacia que la persona utilice primero una técnica que tiene literalmente en sus propias manos. Unas cuantas rondas de tapping dan a los pacientes más seguridad y confianza, lo que les permite comprometerse con las demás técnicas.
Por otra parte, varias técnicas suelen implicar procesos que los clientes encuentran inicialmente estresantes, lo que puede ser importante para desencadenar estrategias de solución inconscientes. Sin embargo, si la persona lo encuentra muy desagradable, puede ser útil incorporar el tapping en este punto de la intervención. Existen innumerables ejemplos.
Me gustaría mencionar aquí sólo algunos:
- Cuando trabajamos con partes internas y una o varias de ellas resultan tan desagradables que el cliente preferiría no entrar en contacto con ellas en absoluto.
- Cuando utilizamos la técnica del castor y el cliente empieza a llorar porque no encuentra «otro camino».
- Cuando utilizamos una técnica de impacto y el cliente se siente abrumado por la solución que se le presenta.
- Cuando utilizamos recorridos corporales y el cliente se queda atascado en un punto determinado, pero le gustaría avanzar sin ayuda externa.
Presentaré aquí con más detalle una combinación útil de intervenciones.
La técnica del cofre chino de B. Trenkle y el profesor Liu (Pekín)
Es una técnica que me gusta utilizar cuando los pacientes necesitan urgentemente aliviarse de problemas o experiencias que quieren dejar ir. Incluso, si no son capaces o no están dispuestos a hablar de ello.
A veces, la necesidad de aplicar esta técnica surge de forma natural durante el proceso de PEP, y otras veces proviene directamente de la preocupación o el problema del cliente.
Para iniciar la técnica, siempre empiezo –especialmente con clientes que tienen poca experiencia con la hipnosis– invitándoles a imaginar un lugar seguro y agradable. A continuación, este lugar se imagina vívidamente con todos los sentidos implicados.
Si el cliente experimenta alguna incomodidad o irritación durante esta fase, utilizo una inducción hipnoterapéutica, sugiriendo: «Todo lo que venga está bien, todo está permitido».
Si esto no es suficiente, hacemos una ronda de tapping. Por supuesto, la técnica de tapping ya se ha introducido y practicado previamente con el cliente.
Sólo una vez que el cliente se siente cómodo en este espacio imaginado, empiezo la Técnica del Cofre Chino, por ejemplo, así:
Puedes imaginarte un bonito cofre o una caja a 1 metro de distancia. Y no lo sé. ¿Es de madera? ¿Es de metal? ¿Está decorada y puedes abrir esta caja y meter en ella cosas viejas, todas las cosas que te pesan que te molestan/cargan y cerrar la caja? Y luego buscas una cerradura. Puede ser una cerradura antigua muy bonita con una llave grande. También puede ser una cerradura de alta tecnología con una llave sofisticada. O una combinación. Cierras todo con cuidado y luego miras este cofre.
Y entonces de repente puede estar a 3 m de distancia. Y luego puede estar a 5 m y luego puede volver a tres, de ahí a cinco, de ahí a diez, tal vez a 30 y entonces el cofre se ve diferente otra vez. De ahí a diez, de ahí a cinco, y entonces de repente vuelve a 30 y de ahí a 50, de ahí a 100, y entonces se ve muy diferente, muy diferente, y entonces lo vuelves a poner a 50, a 30, y si quieres, lo puedes volver a poner a 50 y entonces lo vuelves a poner a diez.
A cinco, a 30, a cinco, a tres, a 1 m y entonces puedes volver a abrir la cerradura, abrir el cofre y luego mirar dentro para ver qué aspecto tiene. Curioso, solo para volver a cerrarlo, volver a poner el candado y mirar el cofre mientras está cerrado, y ahí está, justo delante de ti, sí, y luego de repente vuelve a estar a 5 m, a 3 m, a diez, a 30, 303, a 1000, puede volver a 50 antes de estar a 500 m otra vez. Tal vez todavía se puede ver cuando es lo suficientemente grande. Entonces todavía puedes sentirlo, llevarlo de nuevo a 100 m, a 500, a 100 m, y luego simplemente ponerlo a diez kilómetros de distancia. En algún lugar ahí fuera, de pie en un espacio mágico donde pueden ocurrir transformaciones. Sabes que está ahí en algún lugar y puedes estar aquí. Momentos así, sin deseos, sin intereses, sin necesidades, simplemente estar ahí. En una relajación profunda, tranquila, cada vez más profunda, cada vez más relajada y, sin notarlo, regenerando las propias defensas del cuerpo. Reúne tus fuerzas. Así, casualmente, no tienes que hacer nada, sólo entrar en un profundo, profundo estado de reposo –como un botón de espera en tu cuerpo.
En las sesiones individuales en las que utilizo este método, a menudo he experimentado situaciones en las que el cliente se siente incómodo con la idea de que la caja vuelva, o quizás ni siquiera quiere abrirla una vez que ha vuelto. En esos casos, invito al cliente a aplicar simultáneamente la técnica de tapping que se le ha presentado antes. Esto ayuda a reducir los sentimientos desagradables hasta un grado que permite al cliente volver a centrarse en el proceso de hipnosis.
A veces, la intervención del tapping durante una técnica de hipnosis hace aflorar una emoción importante, que puede integrarse posteriormente. En este ejemplo, dicha emoción podría colocarse en la caja cuando ésta se abra de nuevo. Alternativamente, la caja podría ser traída de vuelta una vez más para liberar el sentimiento recién emergido.
Esto resulta especialmente interesante cuando la técnica se guía en un entorno de trance grupal, mientras se mantiene la comunicación interactiva con un individuo.
Cuando surgen irritaciones de este tipo –como las descritas anteriormente en el cliente de demostración–, los participantes del grupo suelen informar después de que han experimentado algo similar. Dicen que siguieron las instrucciones dadas al cliente de demostración y, por ejemplo, hicieron uso de la intervención de tapping en determinados momentos para transformar sus propios sentimientos desagradables.
Esto no significa que la intervención de hipnosis no hubiera funcionado sin la técnica del tapping, pero para las personas que encuentran ciertas partes del proceso inquietantes, el tapping aporta una sensación añadida de facilidad y ligereza.
Lo mismo ocurre con el uso de todo tipo de técnicas (de hipnosis). Si el proceso se ve interrumpido o perturbado por emociones desagradables para el cliente, el tapping puede ser una intervención útil.
He tenido esta experiencia muchas veces en los últimos 18 años desde que empecé a practicar PEP: cuando un cliente tiene dificultades con una técnica o cuando las emociones negativas interfieren en el proceso. Es muy útil y crea una interrupción significativa del patrón en el entorno terapéutico, cuando los clientes son capaces de utilizar una técnica altamente autoeficaz. Esto les permite desarrollar un sentido de autonomía y autoagencia, incluso en medio del proceso terapéutico.
Tal vez también deberíamos facultar y permitir a los psicoterapeutas utilizar enfoques metodológicos más creativos y lúdicos, superponiendo técnicas para satisfacer la necesidad situacional dentro de la sesión terapéutica para ganar a veces sin esfuerzo.