Jorge Cuadros: Doctor en Ciencias Biológicas
Entre otros efectos nocivos para la salud, el estrés crónico disminuye la eficiencia del sistema inmune, lo cual nos expone a todo tipo de enfermedades.
Siga leyendo y descargue el sonido relajante.
En contra de lo que podríamos suponer, los seres humanos somos capaces de controlar el estrés, sin necesidad de fármacos, solamente utilizando recursos que son únicos y personales, pero que tenemos todos. Y aunque es difícil (no imposible) poner en marcha estos recursos de manera consciente, hay herramientas y técnicas que nos pueden facilitar el acceso a dichos recursos de forma subconsciente.
La meditación, el yoga, la hipnosis, así como la práctica de diversas artes, como la danza y la música, nos permiten acceder a esos recursos creativos que nos pueden ayudar a reducir el estrés y evitar que se haga crónico.
Esta grabación es una herramienta que nos puede ayudar en esa tarea. Sólo necesitamos ponernos cómodos, sentados o echados, pero procurando no tener los músculos en tensión. Es recomendable un ambiente sereno, sin interrupciones, o el uso de auriculares.
Una vez dispuestos, sólo tenemos que concentrar nuestra atención y seguir las indicaciones de la grabación. La primera parte permite alcanzar un agradable estado de relajación muscular, a continuación se realiza un trabajo mental en el cual se le pide a la mente subconsciente que nos ayude a resolver “nuestro problema”. En este momento, hay que pensar en “nuestro problema”, como en aquello que nos preocupa, lo que puede ser desde la ansiedad que estamos sintiendo por algún suceso específico, hasta el dolor de cabeza que nos ha generado dicho suceso. Si lo que tenemos es una contractura muscular, podemos pedirle a nuestra mente subconsciente que haga que el músculo contraído se relaje. Podemos pensar en “nuestro problema”, como en cualquier cosa que necesitemos resolver (si el problema es de salud, antes que nada hay que acudir al médico. Después podemos ayudarnos con este trabajo mental).
Esta práctica está exenta de riesgos. Cualquier sensación que se perciba, por extraña que parezca, es natural, y no debe asustarnos. Podemos percibir sensaciones de pesadez o ligereza, hormigueo, frío o calor, que nos hundimos en la cama o en el sillón. Son señales de que hemos entrado en un estado de consciencia diferente, lo cual facilitará el trabajo de nuestra mente subconsciente.
La mente humana es capaz de regular la fisiología del organismo. Tenemos los recursos para hacerlo. Sólo necesitamos darle a nuestra mente subconsciente la oportunidad para utilizarlos.