Marisa Molinero: Psicóloga, Universidad Complutense de Madrid. Práctica privada entre 1985-1994 y 2000-2008.

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Majid Javadi es maestro de música persa, mística y giro Sufí. Nacido en la ciudad de Hamacan, en Irán (foco importante de la milenaria filosofía Sufí), asiste desde niño a las ceremonias de los templos Sufís de su ciudad, donde aprende y adquiere los principales conocimientos de las tradiciones, ritos, música (cantos, ritmos y melodías) y poesía Sufí, de la que es un gran conocedor.

Toma clases, conoce y entabla una verdadera amistad con maestros de música persa y sufí. Entre los más destacados encontramos a Mohammad Reza Lofti (Setar, Daf y Radif), Majid Derakhshani (Setar y Radif), Darious Talai (Setar y Radif), Nasuer Farhang (Tombak), Hossein Omoumi (Nei y canto).
En España funda la casa persa de la cual es presidente. Su labor se centra en la enseñanza y difusión de la música y danza persa y Sufí mediante clases, ponencias y conciertos, y en dar a conocer la importancia de la cultura persa mediante el intercambio intercultural. Es director y compositor de los repertorios de Casa Persa Ensemble y Hamahang.

Le avala una amplia experiencia en el campo de la enseñanza. Ha impartido clases magistrales en la universidad de Copenhague (Københavns Universitet), en la UAM (Universidad Autónoma de Madrid), en la Universidad de Salamanca, en el Conservatorio Profesional de Música de Segovia, así como en numerosos centros oficiales y privados de España (Casa Asia, Fundación de Cultura Islámica, SIBE «Sociedad de Etnomusicología», Ecocentro, Casa Canarias, el Festival de Música y Danza Árabe de Rivas Vaciamadrid, Veranos de la Villa de Madrid, etc.).

Ha impartido clases de música persa y giro Sufí y ha intercambiado conocimientos, música y humanidad con músicos tales como Nantha Kumar, Jorge Pardo, Javier Paxariño, Ara Malikian, Roben Dantas, Alberto Iglesias, Moy Natenzon, Manglis, Pablo Maldonado o Maria Toledo.
Ha colaborado con importantes proyectos artísticos. Como director musical y actor dentro de la obra de teatro «El hombre que quiso ser rey», dirigida por Ignacio Garcia May, y aportando su música para la banda sonora de la película «Cometas en el cielo», compuesta por el prestigioso maestro Alberto Iglesias y que fue nominada para los Oscar como mejor banda sonora.

Tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Majid Javadi en la Casa Persa de Madrid. Era mi primer contacto con la música y danza sufí y me impresionó por el estado de trance que se puede alcanzar. Por la similitud que he encontrado con la hipnosis, me ha parecido muy interesante hacer una entrevista a este gran artista y maestro sufí.

Anatol Milechnin, en su libro El Hipnotismo de Hoy, hace referencia a la utilización de la hipnosis en antiguas civilizaciones en todas las latitudes, por medio de música, danzas rituales y cánticos con fines terapéuticos.

Stanley Krippner, especializado en los estudios sobre la consciencia, clasificó veinte tipos de estados cuasi- hipnóticos diferentes, entre los cuales el último y más profundo es el estado de conciencia expandida. Por lo general esos estados progresan a lo largo de cuatro niveles diferentes: recolectivo-analítico, simbólico, sensorial e integral.

En este último nivel integral, al que pocos individuos llegan, existe una experiencia mística en la que Dios se confronta consigo mismo o en la que el individuo tiene la impresión subjetiva de estar disolviéndose en la energía del Universo (samadhi, satori, conciencia cósmica).

Video sobre la Danza Sufi

MARISA (MM): En el campo de la salud nosotros utilizamos la hipnosis con fines terapéuticos.

MAJID (MJ): Nuestra escuela, aunque no me gusta llamarla así, nuestra reunión, no es solamente curativa sino que es un estado. La persona sufre y busca la armonía; la persona que viene no está enferma. La voluntad interior es buscar ese equilibrio, esa armonía de uno mismo. Desde tiempos anteriores el hombre busca.

En psicología el hombre quiere buscar la solución al problema que tiene en su vida, en psiquiatría se utilizan medicamentos para curar, la hipnosis tiene su receta para adelantar el proceso curativo, como has dicho.
En realidad, con la calidad interior que el hombre tiene (esto está dentro de nosotros), hablamos, compartimos. De este modo de vida te hablo antes de que salieran las religiones.

Hace 6000 o 7000 años se empezaron a poner unos valores. Nos reuníamos, nos saludábamos, compartíamos el arte de cantar, de bailar y empieza el hombre a tener su experiencia individual sobre esta voluntad. No es psicología ni religión, puede ser espiritual.

Es un estado de encontrarte bien, de ahí viene la mística. Las religiones llegan, pero no tienen todas las soluciones, es una maravillosa pastilla: relaja, muy calmante, pero no contesta a todo, no hay respuesta. Dios no es solo judaísmo, cristianismo, islamismo, etc, sino que debo encontrarme a mí mismo.

La religión es fácil en el sentido de que Jesús me salva o Mohamed me salva, pero todo está dentro de ti: la salud, la concentración, la armonía está dentro de ti, de ahí vienen «las experiencias humanas», así las llamo, que no querían la manipulación. El hombre es muy fácil de manipular, habían visto la fortísima pastilla de la manipulación de la religión.

Antes de la llegada del islam hace 1400 años, lo que transmiten los grandes maestros es muy puro porque nadie los conoce. Los musulmanes no saben quiénes son: soy cristiano, soy judío, soy musulmán, soy ateo, no pasa nada. Todo es bueno: ayudar, dar a la sociedad sin tener que utilizar la religión. Usan su voluntad interior, se educan, trabajan y encuentran la armonía. Desgraciadamente este sistema por la fuerza política, por la religión, se convierte en manipulación para poder seguir.

Entonces, ¿qué es lo que quiero decir? Que en el misticismo, con toda la energía interior que uno tiene, quiere sentirse bien y sabe que se puede llegar a ello sin manipulación: “Quiero llegar a mi verdadero estado”.
Los métodos psicológicos ya existen en el misticismo, por ejemplo: se hacen reuniones, el que llega se ve si está bien o no, si está armonizado, y se trabaja. Y le pregunta el maestro: “¿Cuál es tu vida?” En la persona influye la educación, los padres, etc. Hay que saber si la persona está bien. Si está enfermo es otra cosa, hay que dejar a los expertos, siempre ha sido así. Uno que está enfermo se puede curar. De alguna forma, lo que necesitamos todos es Amor.

Cuando estudias su vida, con las técnicas que tenemos empezamos a ayudar a la persona. Nuestra escuela no es aprender a leer y a escribir, es aprender a ser uno mismo.

Bueno, pero la calidad de la gente es distinta porque unos son talentosos, unos tienen talentos para muchas cosas y otros no.

MM: ¿Quieres decir que vosotros tenéis una escuela?

MJ: Claro, hay una escuela, con muchos años de antigüedad, que les enseña dependiendo de su estado, de su talento. Basta con que quiera aprender con mucho corazón. De ahí viene el maestro y las cofradías.
Ya he mencionado que cinco siglos después de la llegada del islam, empezó este misticismo,sufismo, a tener que crear esta especie de cofradías para poder existir.

MM: ¿Pero inicialmente el sufismo como empieza?

MJ: El misticismo existía antes. Han llegado muchas religiones pero no se decía: “estamos en contra del mitraísmo”. El mitraísmo es bueno y además el mitraísmo tiene mucho de este sistema de educación.

Los recién llegados se llaman nouche, que significa recién llegado. Luego llega Zaratustra, el budismo y otros. En todos hay misticismo.

MM: ¿Quieres decir que cualquier tipo de creencia es aceptada?

MJ: Claro, hasta que llegan las religiones monoteístas, en Irán hemos tenido religiones de Oriente: hinduismo, budismo, Zaratustra, Mitra, otros profetas como Mani, Mazdak. Esto es muy parecido al misticismo.

Luego llegan las religiones monoteístas: primero llega el judaísmo, estuvieron 25OO años en mi ciudad.
Tenemos más de diez profetas importantes judíos en mi ciudad. Luego llega el cristianismo. En mi pueblo hay una de las iglesias más antiguas del mundo. Hay iglesias de hace 1800 años. En ningún país existe esto, pero bienvenido sea, todo está muy bien. Tiene esencia mística que te responde para ayudar a tu armonía de estar. Luego llega el islam. El islam es un poco duro, porque te dice: “tienes que aceptarme porque soy único”. Tiene muchas cosas místicas, lo bueno del islam es que el mensaje era lo que quería Jesús: “yo soy hijo de Dios, tú eres Dios”. Eso dice el misticismo persa, que tú eres Dios, puedes llegar, pero no en este estado. Tú tienes que trabajar para conseguir un estado de alto nivel, y puedes, pero no es fácil, tienes que trabajar, estudiar, hacer terapias, etc.

MM: ¿Entonces, el sufismo, como lo definirías?

MJ: En el islam nos preguntaban, ¿qué sois? Somos musulmanes, respondíamos. ¿Pero qué tipo de musulmanes? No venís a la mezquita. Y respondíamos: somos sufís.

En realidad, después de 150 años de la llegada del islam, la primera persona que empezó a explicar científicamente, con métodos académicos, el sufismo y conjuntarlo con el islam, fue una mujer, Rabeh. Tenemos su libro.

En principio, los clérigos no lo entendieron, no lo aceptaron, pero el sistema ha permanecido. Los sufís tienen su sitio, se llamakhanegah, que significa “tu casa”. Su origen es de tiempos anteriores: el mitraísmo tenía un sitio para reunirse y estar juntos, cantar, bailar y así llegar a un estado espiritual. Explicaré más sobre esto. Como íbamos diciendo, esto no gustó a los clérigos y a los políticos. Cuando vieron sus grandes ceremonias con baile y música, no lo permitieron. Pensaban: “ellos no vienen a la mezquita, se reúnen, cantan y bailan y se mezclan mujeres y hombres y tienen maestros mujeres”. Esto no está aceptado en el islam.

Los sufís en la mezquita cantaban con palabras “Ala, Ala, Ala”, para resistir y existir.

Algunos clérigos estudiaron el sufismo y vieron que esta ceremonia tiene un poder: el baile, que es sama, no es solo baile; la música y el estar juntos permiten llegar a un trance. Luego explicaré qué es para nosotros trance.
Esto es historia. Se crean unos pocos sufís que están protegidos, pero muchos tienen que cerrar las reuniones.
Muchas veces han matado a los místicos. Los maestros; tenemos grandes maestros a los que mataron delante de la gente. Hasta hoy en día lo hacen… En mi pueblo han matado a un maestro grande.

Pero el misticismo es esa voluntad que te dice, que te pregunta… Quieres dormir y no te deja. Si estás en buen estado duermes y disfrutas. Si no estás armonizado, preguntas, no estás cómodo, preguntas siempre. Estas respuestas no están en la universidad, no están en libros, no están en nada. Es una experiencia que ha llegado en millones de años para alcanzar ese estado. Lo llamamos secreto, pero no es un secreto, es algo que no puede explicar ni la religión ni la ciencia.

MM: Místico en griego significa escondido.

MJ: En sufí es secreto. En realidad es el trabajo que hacemos con el maestro, un trabajo que hacemos entre tú y yo para llegar a un buen estado, y cuando estás en un buen estado, calmado, funcionas bien. Hay crisis, pero funcionas bien. En malísimos momentos, estás bien.

Llamamos trance cuando has transmitido a tu estado un estado místico, que quieres encontrar tú mismo y esto tarda, no es fácil, depende del talento del seguidor. Su estado hay que estudiarlo. ¿Cómo estás? Estás sano, no estás sano. Si no estás bien hay que hacer otros métodos también. Pero si estás sano, tú intentas hacer un trance. No un día, no en una reunión, porque el mejor estado es Dios. Es, cómo lo llamáis, el estado perfecto. Joda, Dios en persa, significa encuéntrate a ti mismo. Este trance no es fácil, no es un trance de un día. No, tú cada vez estás siendo consciente de ti mismo y el maestro sabe tu talento y tu estado, porque un seguidor en un año puede hacer un viaje de treinta años; hay otros que en treinta años hacen un año. Así es el hombre, no puede hacer nada, pero no pasa nada, hay voluntad y trabajamos ahí. Si por ejemplo trabajas con un paciente, le dices: “repite: no quiero sufrir”. Esto nosotros lo llamamos ziker. En hindú se llama mantra, repetir unas frases, palabras. Otros lo llaman meditación. En sufismo, meditación es el poder de parar. El disco duro tiene muchos archivos antiguos, hay muchos archivos que tienen virus que han bajado tu velocidad de navegación. Le digo a mis alumnos, algunos jóvenes: es parar; parar es como cerrar todos los archivos, quitarlos, eliminarlos, hacer una carpeta nueva consciente, entrar en un estado nuevo. Esto es meditación, parar. Y esto no es fácil, porque el disco duro da vueltas y tú tienes muchas vueltas.

MM: Muchas interferencias.

MJ: Tú tienes tu vida. Para eso nosotros tenemos diferentes técnicas. Por ejemplo, primero, el cuerpo es muy importante, en el cuerpo lo más importante es la sangre, aquí está circulando la vida. Entonces, con la técnica de respiración hacemos que esta sangre vaya circulando bien, porque no llega bien a todos los puntos, está lenta. Con la respiración, el motor está funcionando, el cuerpo está preparado para recibir. Esta respiración es muy sana, muy bonita. Segundo, es la psicología, tus estados que te bombardean, como: “la economía no va bien, tengo hambre, no tengo novio, sexo, ropa, fútbol”, hoy, muchos hoy. Para esto usamos palabras nafs. A mí me gustaría no usarlas, que la persona pudiera parar por sí misma.

Con la respiración hago algo para que la persona no pueda pensar, está parada. Tú cuando esta noche vayas a casa, cada noche, di 1500 veces “Ala Ala Ala”, por ejemplo. Entonces estás parado, estás pensando “Ala”. Otros eligen otra palabra o mantras, es igual, en realidad no hay diferencia.

En realidad el mantra también está en la religión, por ejemplo: Aleluya, Aleluya. Cualquier religión en realidad quiere parar. Entonces le das unos ziker. Repite esto. Luego lo cambias con el trance que estás haciendo y poco a poco… la idea es que seas tú mismo.

MM: ¿Y donde entra en todo esto la música? Porque tú tocas, cantas…

MJ: En las ceremonias la idea es estar juntos porque existe una gran transferencia de energía. Cuando estamos, transferimos energía, luego estar juntos es muy bueno, esto es curativo, positivo y espiritual.

El hombre tiene la voluntad. Tú estás hablando y nuestro misticismo muy especialmente dice que la palabra no llega a explicar qué es Amor. ¿Puedes explicar lo que es Amor? Hay palabras que pueden dar señales a la verdad, al Amor, pero mejor que con la palabra se entiende con la música. La reciben mejor que la palabra, porque es pura. La música, por su pureza, es efectiva, por eso se acepta mejor que la palabra.

Muchas cofradías, en reuniones sufís, por la presión de las religiones, han desaparecido.

MM: ¿Cuántos años llevas en España?

MJ: Yo llevo 25 años en Europa y conociendo vuestra cultura, vuestra mentalidad, vuestras necesidades, muchas son muy positivas: estáis más relajados que nosotros en los nudos mentales y también necesitáis muchas cosas que nosotros tenemos.

Mi maestro, que murió con 124 años, cerró la cofradía y dijo: “los sheilchs, seguir adelante, pero se terminó la cofradía”. Ahora tenéis mucha información: hay radio, televisión, prensa, internet y me gustó mucho porque era un hecho histórico. El que tiene voluntad buscará. Yo intento transmitir muchas cosas bonitas de mi cultura. No intento formar una cofradía en la que la gente tenga que cambiar de religión. Yo no quiero religión.

En nuestra cofradía, que es antigua (viene de más de 5000 años), nosotros queremos un yar;yar es amigo, compañero. Esto intento, que la gente llegue a amar a este compañero, ahí está contigo. Si lo pillas, lo pillas, y si no, ya está; no pasa nada.

MM: Me parece una buena orientación, que todo el mundo pueda participar, el que lo desee, y que efectivamente se mantenga la libertad en todo momento. Se busca que cada uno viva su propia experiencia, sin que haya ninguna regla, aunque haya alguna enseñanza, como aprender a respirar, buscar la armonía desarrollando cada uno su talento, como tú dices.

MJ: Tú sientes que hay un trance en ti, que estás sintiendo que tu antiguo disco duro está cambiando, cogiendo nuevas carpetas, y te gusta, es inexplicable.

MM: Nosotros, en hipnosis, también intentamos cambiar en el paciente todo aquello que le hace sentir mal, sustituyéndolo por elementos positivos que sean facilitadores para llevar una vida mejor. Ahora, si te parece bien, concretamos las preguntas.

MJ: Esto era una corta explicación porque era necesario para entender.

MM: Háblanos del presente.

MJ: El hombre tiene dos grandes problemas. Uno es sus penas, sus tristezas del pasado que todos tenemos, algunas son importantes, profundas, otras son suaves. El segundo es como un veneno matador: miedo del futuro. Y por estos dos problemas, ¿qué hace el hombre? Olvida el presente. Entonces nuestra idea es que seamos presente, si no estamos presentes no estamos, no existimos.

La idea es que seas presente. En todos tus actos eres tú en estado puro. Toda persona tiene que actuar y ser su mismo presente, uno mismo, no estar manipulado, porque es fácil, tan fácil. A veces a los hombres les gusta estar manipulados. He tenido alumnos que les gusta que se les manipule y les digo: “que no, que seas tú mismo”. Siente que estás en tu estado armonizado, es tu propia vida, tienes que hacerlo.

MM: La hipnosis la hacemos con fines terapéuticos para el paciente. Centrándonos en la música sufí, en el baile sufí, también se produce un estado de trance, ¿cómo lo definirías?

MJ: Nosotros también hacemos el trance en la reunión, porque este trance se puede producir en un momento en ti, porque tú mismo dices: “para”. Eso es un trance. Entonces en esta unión queremos llegar a este trance, parar toda la máquina y de repente que la persona sienta que está en el presente, que está consciente y conoce qué está haciendo, qué hace. La reunión ayuda mucho, cuidas mucho de portarte bien porque estás con otra gente y ahí se puede expresar lo que te han enseñado o te han manipulado.

Con la música intentamos que tú llegues a un estado más profundo, a tu estado, para llegar al trance, dejar el estado que no es tuyo. Pero estás con tu cuerpo, viaja con tu disco duro. De ahí queremos que tú te transmitas a ti mismo y quedar ahí, porque hay momentos que transmites, pero lo dejas, lo olvidas. Algunos sufís hacemos sama girando y otros moviendo la cabeza. Esto es lo que produce el trance. Tiene un fuerte poder, vas a casa y no vas a olvidarte de un verdadero trance, porque estás cambiando muchas cosas y son positivas. Te sientes bien.

Entonces con la música, con la energía, hay una participación, una unión de todos, unos se levantan y bailan y nunca habían bailado. Ellos están en trance también, no hay diferencia. Los jóvenes son enérgicos y entonces no pueden sentarse, se mueven porque es un trance fuerte.

MM: En el caso de una bailarina o un bailarín que ya dominen la técnica, y sean capaces de estar tanto tiempo girando, ¿hay alguna alteración de percepción, de conciencia, se provoca algo más que ese estado meditativo?

MJ: No puedes pensar bailando, moviéndote… no puedes pensar en otra cosa y en especial cuando estás moviéndote, girando. Cuando estás girando estás moviéndote con los círculos de los átomos, las moléculas… Lo asemejo a la bomba atómica. Es una explosión y no puedes pensar en otra cosa… Estás moviéndote, girando y girando… No llega al disco duro y no piensas: “hoy no pago el alquiler, hoy no trabajo…”. Estás girando, estás unido con los círculos de átomos, moléculas… Entonces, lo primero, si no eres derviche, tu preocupación es miedo a marearte, pero has quitado este miedo, y vives un viaje de ti mismo. Yo siempre doy el ejemplo de la bomba atómica, energía atómica. Dan muchas vueltas las moléculas para capturar su átomo con los centrifugadores que van a velocidad increíble y saltan los átomos.

Girando tú quieres que salte este trance, tu verdadero estado, tu alma, tu espíritu y ahí tú estás capturándolo.
Depende del alumno, de su talento, del maestro, de cómo trabaja. Es un proceso, cada vez que tú giras te has elevado, has subido un poquito.

MM: ¿Este proceso de explosión te puede llevar a salir un poco de ti mismo, a conectar con otros estados?

MJ: En este trabajo la experiencia depende de la persona, por ejemplo, hay personas que llevan cuarenta años girando, bailando, pero la experiencia es igual, no ha cambiado mucho su estado. Tengo mucha experiencia trabajando en este estado, veo muchas cosas, viajo, veo otras personas, veo maestros que están muertos. En mi experiencia veo a Dios, veo a ángeles, no ángeles, soy ángel, me convierto en ángel, me convierto en Dios. Depende de la experiencia. Cuando uno gira tiene experiencia de su estado. Yo le dejo mucho al alumno.

MM: Yo me refiero a bailarines, a personas que ya dominan el giro.

MJ: Dominio tienes de tu cuerpo, pero depende de tu experiencia, cada vez que estás en trance, cada vez es más profundo y esta profundidad va a depender de tu talento.

MM: Pero sería una conexión cuando ya hay una maestría, una conexión con el todo, no sé como lo podríamos llamar…

MJ: Yo creo que sería una unidad, podríamos llamarlo unidad. Tú te unes con espíritu, alma, energía, lo que no sé es cómo podemos llamarlo. En realidad no se puede explicar qué es, hay que experimentarlo. Hablar se habla mucho, con buenas palabras espirituales, pero son palabras.

Tengo muchos alumnos. Por ejemplo, uno de ellos lleva seis años girando, su dominio de la técnica es mucho, pero su experiencia es su estado, es suyo y él está trabajando en ese sentido y otros chicos que bailan sienten que están en un trance bueno. Cada uno vive su experiencia. Si no lo dejas puedes seguir avanzando, lo bueno es eso, no es como la religión que tienes miedo. No hay miedo, no te sirve, déjalo.

Entonces sientes que estás recibiendo y las experiencias pueden ser muchas cosas. La experiencia es muy parecida a la hipnosis, vosotros queréis que con vuestra técnica se cure y profundizáis en su línea.

MM: En hipnosis las sugestiones las da el terapeuta o el hipnotizador. También existe la autohipnosis.

MJ: Aquí es auto, eres tú solamente… La ceremonia, la experiencia de encontrar la música, cómo hacer la música, esto es la experiencia. Cualquier tipo de música no puedes llamarla mística. Siempre me preguntan qué es música mística y digo: yo escribo mística, pero no existe música mística, el hombre es místico. En este trance, en este estado, mi música es espiritual o mística, como la quieras llamar.

MM: ¿Luego, muchas personas pueden conocer la técnica pero no llegar a ese estado?

MJ: Hay muchos que giran, giran muy bien y esto es una pena. Vienen alumnos que no saben nada, y en la primera clase les digo: “tú estás muy avanzado”. Hay gente que baila conmigo diez años y solo giran, tienen poca experiencia. Tiene un buen efecto, pero las grandes experiencias, ya te he dicho, es talento personal. Cada persona somos diferentes, no sé, es muy místico esto, ¿por qué uno sube rápido y otro es más lento? Uno hace el viaje de un año en treinta años y otro el viaje de treinta años en uno, es así, el hombre es así, somos diferentes.

MM: Creo que hemos hablado que el giro tiene un efecto sanador.

MJ: Sí, muchísimo, es totalmente sanador: primero, estar juntos es curativo, escuchar música es curativo, todo tipo de música, y escucharnos uno a otro.

Bailar se llama sama, significa escuchar, no solo escuchar la palabra, escuchar la energía, escuchar a la luz.
Todo esto es curativo y es usado por todas las religiones, abusan de esta energía de estar y cantar juntos.

MM: Creo que quieres decir que la música no dirige nada, te mantiene libre, cada uno va a vivir su experiencia, y sin embargo en religiones vas a tener que hacer algo concreto, que conlleva obligación, compromiso.

MJ: El maestro también, si es un buen maestro, un talentoso maestro, sabio y estudioso, por qué no… Todo esto ayuda al alumno, no le deja en el aire. Le guía, pero la guía es solamente él mismo, la persona. El guía está ahí, la persona casi se enamora de su maestro.

MM: ¿Enseña tal vez la técnica, no?

MJ: La técnica es más Amor, dar Amor. A uno que viene dale Amor, mucho Amor, que la persona sienta que está en casa, que es de casa.

MM: Tú eres un gran artista, ¿a qué se debe? ¿Es un talento especial?

MJ: Claro, yo tengo un talento artístico, soy instrumentalista y eso me ayuda mucho. Normalmente uno no es místico, es músico, la gente le respeta por ello, escuchan lo que dice. Esto funciona así y es bueno para mí si soy puro, porque si no también puedo manipular. En mi caso personal me gustaba la música desde niño, escuchando música, me acuerdo, me puse directamente en trance. Tenemos muchas experiencias, no se puede explicar, pensaríais que somos tontos. En esas experiencias sientes calor, no sientes calor, nada… esto yo lo he sentido desde niño escuchando la música del maestro. Entonces quise aprenderla para hacerlo por mí mismo, hacer este viaje y gracias a Dios lo tengo.

MM: Tocas muchos instrumentos.

MJ: No se trata de tocar… es como girar, es poder conectarte con esta música. Como mi maestro decía: “Tú eres el único que sabe si estás conectado y si tú estás conectado la gente escuchándote se conecta”. He profundizado mucho en este talento y ahora puedo vivir de esto. Soy un especialista en música clásica, mística persa, folklore, pero todo era para ayudarme a mí mismo, me gustaba. Todos los instrumentos son místicos, esta flauta ney la usamos mucho en ceremonias místicas, el tambur, el setar… este sonido no es para hacer música rock y es improvisado, todo lo que sale es tu estado. Si no sabes música no puedes hacerlo. Muchos músicos que conocéis son buenos instrumentalistas. Yo he trabajado con grandes músicos pero luego ves que no es solo ser un gran músico, es también ser una gran persona. Jorge Pardo toca conmigo, es una gran persona y porque es una gran persona está, y en su música también está. Otros músicos que no quiero nombrar son fenómenos virtuosos, pero les falta que ellos se conecten, que respeten esta música, esta música que te has matado con tanta dureza para poder conocerla. Vas al conservatorio, tocas un montón de años y llegas a un punto que eres un virtuoso. Eres un gran violinista, un gran flautista o un gran cantaor, pero todavía te falta ser una gran persona. Tal vez la música tampoco sea, es tu estado, tu estado personal.

MM: ¿Es como un don?

MJ: Sí, lo llamáis don. Este don que tú has mencionado para mí es voluntad interior. Esto lo usáis muy bien, “este tiene don o duende”. Esto depende, unos tienen duende y funciona, y otros no, pero todos podemos elegir, concentrarnos y seguir adelante.

MM: El trance, la focalización, la distorsión, despersonalización, etc., son fenómenos hipnóticos y creo que se dan algunos elementos comunes.

MJ: La focalización es que cuando estás en un trance, bailando o sentado en una reunión mística, te concentras ahí y no dejas que haya interferencias. Pero vas a casa y lo olvidas. A una buena reunión, un buen maestro, un buen músico, yo lo llamo estado. Cuando has pillado esta energía no la olvidas porque te toca.

MM: ¿Se produce una distorsión en el tiempo?

MJ: Cuando estás en trance, la realidad y el tiempo no existen.

MM: Tal vez sea la diferencia que se ha hecho entre mística y ciencia: la ciencia es todo lo explicable y la mística no se puede explicar. Tú has dicho que es un estado, hay que sentirlo.

MJ: Me gusta la gente que es buscadora. Van a una reunión sufí a ver qué pasa sin complicar la cosa y sin pedir ni preguntar mucho, sino a observar y sacar algo por mi trabajo. También puedo estudiar psicología por mi cuenta, ¿por qué no? Dar un beso a un paciente, cogerlo en tus brazos, es más curativo y terapéutico que hablar mucho y hacer muchas técnicas.

Toda la sabiduría que hay en el camino, es buena y queda, no muere.

¿La vida qué es? ¿La existencia qué es? Son átomos y moléculas que están haciendo sama, bailando millones y millones de años y este baile no va a terminar.

Agradecimiento

Agradezco a mi hija Marina por la revisión del artículo y sus aportaciones. Es una persona inteligente y sensible, pero sobre todo sabe navegar en el caos.

 

 

Marisa Molinero  (2012) Entrevista a Majid Javadi. Hipnológica, 5:4-11