Fernando J. Ponte Hernando: Doctor en Medicina, Veterinaria e Historia de la Ciencia.

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Timoteo Ramón Benito María Sánchez Freire (1838-1912) nace en San Andrés de Roade (La Coruña) y es el último de siete hermanos de familia hidalga2.

Cirujano ilustre, catedrático de Patología y Clínica quirúrgica en la Universidad de Santiago, marcó una época; al punto de decir sobre él, D. Mariano Gómez Ulla, el gran maestro de la cirugía militar:

“Desde los primeros años de la carrera sentimos afición por esta disciplina que nos cautivó al terminarla, por haber tenido la suerte de ser ayudante de un inolvidable maestro y gran cirujano de aquella época, el doctor Sánchez Freire”.

En paralelo con esta actividad, Timoteo Sánchez Freire, hombre recio, de gran religiosidad, soltero y en posesión de una notable fortuna, dedicó grandes esfuerzos a la Beneficencia, siendo el impulsor médico, junto con diversas personalidades civiles  y eclesiásticas, de la creación y puesta en marcha del Sanatorio psiquiátrico de Conjo3 en la ciudad Compostelana.

Sánchez Freire era partidario de estimular la función social y terapéutica; ante la dificultad de la curación de estos enfermos apoyaba los postulados basados en la reeducación, mediante influencias positivas, ya fueran de un origen terapéutico u otro. Incluía entre sus terapias la rehabilitación por el trabajo o laborterapia y otras como la hidrología, por su acción fisiológica sobre los sistemas circulatorio y nervioso; e incluso, el hipnotismo.

Timoteo Sánchez Freire

Timoteo Sánchez Freire, hacia 1900. Cortesía de la familia Sánchez Andrade

El hipnotismo en la época

En esta época de nacimiento a nivel internacional de la moderna Psiquiatría y Psicología, diversos fenómenos llaman la atención de médicos, psicólogos y público. Uno de ellos, no exento de polémica por la presencia de muchos charlatanes y embaucadores, y la condena de algunas jerarquías eclesiásticas, lo constituyó el hipnotismo, cuyas propiedades terapéuticas recogía la prensa a diario4.

Si bien había algún eclesiástico que tiraba por elevación, de esas gentes siempre dispuestas a condenar lo que no entienden, dichas jerarquías no hablaban a humo de pajas, sino que se mostraban preocupadas por la influencia que el hipnotismo tiene sobre el libre albedrío, así como por el mal uso que podría hacerse de él por parte de desaprensivos, como, en algunos casos, sucedió.

Así, vemos denuncias en la prensa de la época en que se busca a unos individuos por haber retenido una noche a una joven que apareció en un severo estado de desequilibrio nervioso, por supuestas prácticas hipnóticas5.

Es típico también el elemento melodramático, por ejemplo, uno de los protagonistas de este episodio, perseguido por la policía, se hacía llamar El Dante negro.

Otro estafador famoso, de más altos y tempranos vuelos, fue el llamado Conde Das o doctor Das o Dax, según convenía, que se presentó como representante del gobierno español y médico de Cámara de su majestad la Reina regente, en el Congreso de Antropología Criminal de Bruselas de 1892, donde su acreditación no fue considerada suficiente, siendo rechazado y expulsado del congreso. Huyó dejando varias deudas, no sin engañar primero a un buen número de personas relevantes6.

Este sujeto ya había actuado años antes en Galicia, embaucando a no pocos y, desde la prensa, ya se sospechaba de él pues se advirtió, tras pasar por El Ferrol y La Coruña, que no se atrevería a venir a Santiago a ser observado, descubierto y puesto en evidencia, por los miembros del claustro de la Facultad de Medicina, para que no le dieran, dice textualmente, con las de alambre7.

Por La Coruña, también merodeaba un individuo, que había maravillado a la gente en Vigo8, llamado D. Pedro Indiveri Colucci que se había instalado en el barrio de San Andrés y se titulaba: “Profesor de hipnotismo, magnetismo, terapéutico-sugestiva (sic) y psicoterapia”. Procesado por el juez Sr. Mosquera Montes, declaró que no cobraba ni usaba medicación alguna, limitándose a tratar enfermedades nerviosas y mentales9.

También se habla de la utilidad del hipnotismo en un caso de confesión de un criminal hipnotizado10. Y, como medio de prueba, en un resonante caso de homicidio11. En el famoso asunto del asesinato de Fuencarral intervino, o al menos se solicitó su intervención como hipnotizador, el prestigioso Dr. D. Luis Simarro Lacabra12, primer catedrático de Psicología de España, que rivalizó con Cajal, quien también hizo sus incursiones en el hipnotismo, durante su etapa valenciana, primordialmente13, y Varela de la Iglesia, por la cátedra de Histología de Madrid.

El hipnotismo, en resumen, era objeto de interés por mucha gente de ciencia y del pueblo, encontrándose con frecuencia, anuncios grandilocuentes sobre sesiones de hipnotismo y publicidad de libros infalibles sobre el asunto. Un caso destacado es el del famoso Enrique Onofroff, ubicuo sujeto, que actuó en Chile, Argentina, España y multitud de otros lugares, que llegó a sembrar la polémica con la Iglesia y a ser examinado por la Real Academia nacional de Medicina en 189414.

Encontramos numerosos comentarios, versos y artículos satíricos al respecto, algunos con títulos tan pintorescos como El hipnotismo del cangrejo15 o El hipnotismo y los garbanzos16.

Por Galicia, anduvo un célebre hipnotista llamado Donato que incluso dejaba discípulos entre los jóvenes compostelanos, que hacían sus sesiones, al parecer, con fines altruistas17.

Con estas premisas y anuncios como el que sigue, se comprenderá que había actitudes de todo tipo hacia el hipnotismo: escepticismo, interés científico y papanatismo variado, por lo que es completamente lógico que las autoridades de toda índole procurasen separar el grano de la paja y evitar algunas situaciones, sino abiertamente ilegales, cuando menos, bochornosas. Entre ellas, había algunas curiosas, como el caso de un joven llamado Renaud, que fue objeto de una sesión de hipnotismo que consistió en someterlo a sueño hipnótico del que después, con gran ansiedad, no eran capaces de sacarlo18.

Hipnotismo

D. Timoteo se interesó grandemente por el tema, hasta el punto de que le dedicó el discurso de la inauguración del curso académico de 1888-1889 de la Universidad compostelana, titulado: La Hipnología en nuestros días.

Sobre este discurso publicó varios artículos La Gaceta de Galicia, firmados por J.S.V. que lo analizó in extenso, junto con las opiniones más autorizadas del momento. En el mismo diario, se publicó noticia de las experiencias hipnóticas del gran neurólogo francés Luys, tratando de una parálisis a un pariente del no menos famoso médico galo Gaucher, relevantes miembros, ambos, de la historia de la medicina europea20.

La Hipnologia en nuestros días

Un caso de sugestión a distancia

Sánchez Freire no sólo hizo construcciones teóricas y eruditas sobre el tema del hipnotismo, sino que, al parecer, logró notables éxitos clínicos con el mismo. Así, en La Gaceta de Galicia de 3 de Julio de 1889, podemos leer una sorprendente noticia sobre el particular titulada: Un caso de sugestión a distancia notabilísima. Dice así:

El sabio profesor de la Universidad de Santiago Dr. Timoteo Sánchez Freire, prestaba no hace mucho tiempo su asistencia facultativa a una señora de esta localidad que venía padeciendo una hemorragia uterina rebelde a cuantos medios había empleado el doctor.

Complicada esta afección con un desequilibrio del sistema nervioso de la enferma, vióse esta atacada de un insomnio pertinaz que consumía sus pocas fuerzas y agotaba rápidamente su existencia. Por medio de sugestiones repetidas consiguió el Sr. Sánchez Freire, no sólo obligar a dormir todas las noches a la enferma en cuestión, sino suspender totalmente la hemorragia que venía padeciendo. En este estado las cosas, fue llamado a Madrid el notable clínico, confiando la asistencia y el cuidado de la enferma a uno de sus auxiliares de la ciudad compostelana.

En la ausencia del Sr. Sánchez Freire reprodújose de una manera terrible la hemorragia de que hemos hecho mérito; y no siendo posible al profesor auxiliar cohibir las grandes pérdidas que la enferma experimentaba, escribió al profesor de cabecera, participándole el grave estado de esta y la imposibilidad de que se encontraba de modificarla en lo más mínimo. El distinguido profesor médico procedió entonces a la sugestión a distancia; la escribió una carta de seguridad y en ella la decía: El día que reciba usted esta carta cesa la hemorragia que usted padece y tenga usted la seguridad de que no volverá a presentarse hasta el día de mi regreso a esa ciudad.

Pocas horas después de enterarse la enferma del contenido de la carta, había cesado por completo la hemorragia que la enferma sufría, volviendo a presentarse con matemática exactitud el mismo día en que el señor Sánchez Freire le hacía su primera visita de regreso.

Esto, con ser sorprendente, no puede interpretarse como fruto de la casualidad o exageración, pues ya en el discurso referido, que dista de estos hechos los nueve meses que constituyen todo un curso académico, ponía de manifiesto la utilidad del hipnotismo, tanto en el insomnio como en trastornos circulatorios, y la posibilidad de producir isquemias o hemorragias. Así, dice:

Por su intervención el médico produce en el acto todos los movimientos de que el sujeto sea susceptible e igualmente parálisis y contracturas, aún de la vida orgánica hasta llegar al estado cataleptoide; ocasiona anestesias e hiperestesias, algesias y analgesias locales y generales; determina isquemias e hiperemias21.

Y, en cuanto al insomnio:

Y, esto—el paso de la vigilia al sueño—se consigue frecuentemente por medio de la hipnosis, quedando así muy reducidos los casos de insomnio, esa desdicha de los cerebros enclenques, que hasta ahora era combatida con sustancias narcóticas, no pocas veces ineficaces y con frecuencia perjudiciales, puesto que son agentes de una modorra tan distante del sueño natural como cercana del embotamiento22.

Otro curioso caso de sugestión a distancia, realizado por Ochorowicz23, implicando a Janet (1859-1947), se recoge en el mismo periódico del 20 de diciembre de 188824, así como un tercero, en el número del 27 de diciembre25.

 

La Hipnología en nuestros días

Este discurso tiene una gran riqueza de contenido. Está escrito en un lenguaje claro y poco ampuloso, para la costumbre rebuscada de la época.

Sobre él se ha dicho:

Concibiendo la hipnología como precursora del psicoanálisis, la publicación tiene cierto interés, en ella cita a Charcot y se detiene en comentarios sobre las neurosis. En la historia del pensamiento psiquiátrico gallego se pierde durante años, a partir de aquí la penetración de las teorías de Freud26.

Esto cobra especial valor por cuanto, en las memorias que presenta D. Timoteo a la Junta de Gobierno del Psiquiátrico:

Queda patente que lleva un retraso considerable respecto a los últimos trabajos en el campo de la tendencia organicista, sin embargo, que se preocupe por el hipnotismo (del que derivaría la Psicoterapia y gran parte de la tendencia psicologicista) a finales del XIX se sale de los esquemas que dirigen la orientación española27.

Más recientemente, el profesor González de Pablo, parece valorar aún más esta obra diciendo:

Timoteo Sánchez Freire, figura clave en la psiquiatría gallega, publicó La hipnología en nuestros días, en donde resalta la validez de la hipnosis como recurso terapéutico indiscutible en las afecciones mentales28.

Sánchez Freire refiere las vicisitudes históricas de la hipnología desde las acertadas formulaciones primeras y el rumbo errático posterior de Mesmer, pasando por la intervención de personas como Franklin, Lavoisier y Jussieu, encargados, en comisión científica, de estudiar el tema; hasta el papel de las escuelas de La Salpêtrière y Nancy, interviniendo: Richet, Charcot, Durang de Gros, Liebault, Bernheim, y Beaunis29.

Conoce también la obra de Ochorowicz y de Abdón Sánchez Herrero30. Con ello es evidente que está completamente al día de la cuestión, sobre todo por estar al tanto de la obra de Charcot, (1825- 1893), a quién parece ser que visitó en su periplo europeo, indiscutible líder mundial, con Duchenne, de la Neurología del momento. No en todos los individuos actúa con facilidad igual la acción de determinado medio hipnógeno: la fijación de la vista en un punto cualquiera es suficiente alguna vez; convendrá en otras sustituirla por un punto brillante, según el procedimiento de Braid; por una luz intensa como hace Charcot; y aún por el aparato de Sánchez Herrero, el cual, según aserto de su autor, vence las más tenaces resistencias31.

Muestra, en todo momento, una gran confianza en el hipnotismo como método terapéutico para diversas enfermedades, entre ellas:

El insomnio, el dolor físico, como neuralgias o dolores postraumáticos; las neurosis, los estados convulsivos, las hiperestesias, las perturbaciones circulatorias, las de las secreciones y, cómo no, las afecciones mentales.

Sostiene la teoría de que la hipnosis es el mismo sueño normal provocado por una maniobra ajena al individuo32 y que dado que, según él, la credulidad es el estado natural de la inteligencia33, es lógico que, en el estado hipnótico, la sugestión sea capaz de modificar determinadas situaciones patológicas:

Aflojados en cierto modo los lazos que unen el alma con el cuerpo, y atenuada la influencia que sobre el individuo el mundo exterior ejerce, pueden verse con más claridad los caracteres primordiales que a cada cuál pertenecen; deslindarse con facilidad mayor funciones y actos; apreciarse circunstancias y condiciones que de otra suerte pasarían inadvertidas34.

Tras ello, deduce que, si en la hipnosis se pueden aislar hasta cierto punto las facultades psíquicas y variar los grados de su actividad, será cierto que, con una dirección inteligente, podrán corregirse las deficiencias de las unas y la exaltación de las otras; y allí dónde surjan resistencias muy tenaces, deberán motivarlas obstáculos orgánicos, que podrán ser vencidos o bien sólo con la hipnosis o con la ayuda de otros medios terapéuticos.

Aparato hipnotizador de Abdón Sánchez Herrero

Aparato hipnotizador de Abdón Sánchez Herrero

Y termina con la siguiente reflexión:

Y así es como se llega a extinguir hábitos, que ya malean nuestra normalidad moral ya la orgánica; y en último término llegaremos a tener algún día una guía segura del diagnóstico de lesiones, cuya existencia hoy sólo la necropsia demuestra36.

Los postulados de Sánchez Freire y los de Charcot son fuertemente discutidos, años después, por Nóvoa Santos pero, hay que darse cuenta de que, aunque los tres, desde la distancia, nos parezcan más o menos coetáneos, transcurren casi treinta años entre La hipnología en nuestros días y las afirmaciones en contra del parecido de la hipnosis al sueño natural (que sostiene Sánchez Freire) o la identidad entre la histeria y la hipnosis (que afirma Charcot) temas ambos que discute Roberto Nóvoa Santos en 1917- 1918, año en que edita el segundo tomo de la primera edición de su exitosísimo Manual de Patología General37.

D. Timoteo debió utilizar el método hipnótico, al menos con cierta asiduidad, pues tras manifestar la dificultad de hipnotizar al loco, subraya que los resultados obtenidos son muy dignos de ser tenidos en cuenta dado que:

Ya son muchos los casos en que la sugestión ha vuelto a encender la luz de una inteligencia que parecía apagada para siempre y se ha visto anidarse de nuevo en el alma recuerdos y afecciones que    huyeron    sin    dejar    la esperanza de su regreso38.

Hombre de profunda religiosidad, no por ello se dejó influir por las opiniones de algún eclesiástico, ante su convicción del carácter científico y la utilidad del hipnotismo. Así, había en el ambiente afirmaciones como la del Jesuita J. José Franco, que escribió El Hipnotismo puesto en moda, donde dice que: el hipnotismo es parte del espiritismo, que todos los fenómenos, hasta los más sencillos dependen de una causa preternatural y que en todos ellos hay una ¡intervención diabólica!39.

El Hipnotismo puesto en moda

Ante estas majaderías, ya había dicho D. Timoteo que: No falta tampoco quien diga que el hipnotismo es una parte del espiritismo. Nada es menos cierto, y solo por imperdonable ligereza puede escribirse tal aserto:

Atribuir al diablo todo aquello que parece salirse de lo rutinario y cotidiano, sólo es propio de personas de vulgarísima laya e insolventes en achaques de ciencia. Los hombres de recto y sano juicio antes de decidirse en materias que les son más o menos conocidas, procuran enterarse y desvanecer las sombras en que el error los envuelve40.

En una aplicación sensata de la sentencia bíblica de al César lo que es del César, páginas más tarde, dice refiriéndose al magnetismo, que: La Iglesia, como madre cariñosa, vela por la pureza de la verdad y la seguridad de las conciencias, a diferencia de lo que con el espiritismo sucede, sólo condenó del magnetismo aquellas manifestaciones que precisamente no admitía la ciencia, y que así pertenecen al hipnotismo como el cornezuelo41 a la espiga de centeno: tales son la adivinación, la transposición de sentidos, la doble vista y otras más42.

 

Referencias

  1. Académico numerario del “sillón” de Historia de la Medicina de la RAMG. Profesor de Hª de la Facultad de Medicina. U. Santiago de Compostela.
  2. Sobre Sánchez Freire, Ponte Hernando, F; et al (2012) La locura y el bisturí: I Centenario de D. Timoteo Sánchez Freire. Santiago de Compostela. Ed. Seminario Mayor. Universidad de Santiago de Compostela. Asociación cultural Rocha Forte. 251 págs.
  3. A este respecto, vid.: Soto Méndez, R. (2022) Estudio sobre el Pensamiento de la Asistencia Psiquiátrica en Galicia: Historia del Manicomio de Conjo desde su fundación hasta comienzos del siglo XX. Universidad de Santiago de Tesis Doctoral. (Dir. F. Ponte) http://hdl.handle.net/10347/29315
  4. Vid. P.ej. Efectos terapéuticos del hipnotismo, La Gaceta de Galicia, 28 de junio de 1887.
  5. Los aficionados al hipnotismo, El Regional, 20 de Noviembre de 1924.
  6. La Gaceta de Galicia 20 de agosto de 1892.
  7. La Gaceta de Galicia, 29 de sept de 1888.
  8. La Gaceta de Galicia, 29 de enero de 1910.
  9. La Gaceta de Galicia, 25 de febrero de 1910.
  10. La Gaceta de Galicia, 5 de abril de 1892.
  11. El asesinato de Gouffé, La Gaceta de Galicia, 22 de diciembre de 1890.
  12. La Gaceta de Galicia, 10 de mayo de 1889.
  13. Por mi casa, convertida al efecto en domicilio social, desfilaron especies notabilísimas de histéricas, neurasténicos, maníacos y hasta acreditados médiums Ramón y Cajal, S. (1981) Recuerdos de mi vida. Historia de mi labor científica. Alianza Universidad. p. 59-61.
  14. Estévez Gil, X; Simón-Lorda, D (2017) et Hipnotismo, medicina y psiquiatría en Galicia a finales del siglo XIX y primeros años del XX (del Dr. Sánchez Freire al ilusionista hipnotizador Onofroff) https://www.agsm- aen.org/artigo.php?id=302
  15. La Gaceta de Galicia, 21 de marzo de 1888.
  16. El Regional, 22 de abril de
  17. La Gaceta de Galicia, 31 de diciembre de 1889.
  18. La Gaceta de Galicia, 30 de Enero de 1892.
  19. La Gaceta de Galicia, 21 de enero de 1905.
  20. La Gaceta de Galicia, 19 de 0ctubre de 1889.
  21. Sánchez Freire, T. (1888). La Hipnología en nuestros días: Discurso leído en la Universidad Literaria de Santiago durante la solemne inauguración del curso académico de 1888 a 1889.
  22. Sánchez Freire, T. (1888). La Hipnología en nuestros días: Discurso leído en la Universidad Literaria de Santiago durante la solemne inauguración del curso académico de 1888 a 1889. Santiago. Universidad. p.51.
  23. Julian Leopold Ochorowicz (1850-1917) fue un filósofo, psicólogo, inventor, poeta y periodista, principal exponente del positivismo Estudió Ciencias Naturales en la Universidad de Varsovia, graduándose en 1871. Después continuó en Leipzig con Wundt, doctorándose en 1874, con una tesis titulada: Sobre las condiciones del inconsciente. Fue un pionero de la investigación empírica en psicología y estudioso de la conducta en ocultismo, espiritismo, hipnosis y telepatía.
  24. Sobre la cuestión Magnética e hipnótica (1) La Gaceta de Galicia 20 de diciembre de 1888. p.1-2.
  25. Más sobre la cuestión magnética e hipnótica. La Gaceta de Galicia 27 de diciembre de 1888 p.1.
  26. González Fernández, E; Simón Lorda, D. (1992) Pensamento Antropolóxico dos médicos Galegos (Apunte Histórico). En: Ensaios de etnopsiquiatría Galega. p.100.
  27. González Fernández, (1985). O Nacimiento da psiquiatría en Galicia. Siso Saude n 3-4. Verano-Otoño. p.47.
  28. González de Pablo, (2008). La Hipnosis Médica española y sus contextos. (1887-1934). En: Martínez Pérez, J; Estévez, J; Del Cura, M; Víctor Blas, L (Coords). La gestión de la locura: conocimientos, prácticas y escenarios (España, siglos XIX- XX). Cuenca. Edit. UCLM. p.491.
  29. La hipnología en nuestros días. 12.
  30. Médico militar en Cuba, compañero de Cajal y luego catedrático de Patología Médica en Valladolid y Madrid. Autor del tratado: El hipnotismo y la sugestión: Estudios de fisio- psicología y de psico-terapia, el más extenso en castellano de la época.
  31. La hipnología en nuestros días. p. 14-15.
  32. La hipnología en nuestros días. p. 32.
  33. La hipnología en nuestros días. p. 34.
  34. La hipnología en nuestros días. p. 49.
  35. Sánchez Herrero, (1905). El Hipnotismo y la sugestión: Estudios de fisiopsicología y de psico-terapia. Valladolid. Ed. J. Pastor. 3ª Ed.p.83.
  36. La hipnología en nuestros días. p. 50
  37. Nóvoa Santos, R. (1917-1918) Hipnosis. En: Manual de Patología General.1ª Ed. T. P.208-212.
  38. La hipnología en nuestros días. p. 56
  39. Comas y Martínez, (1895). El Hipnotismo. Rev. De la Academia Médico- Quirúrgica Compostelana. Santiago. Año I. 15 de Febrero. P. 36.
  40. La hipnología en nuestros días. p. 23
  41. Claviceps Purpurea, hongo parásito de algunos cereales como el centeno. Causante del llamado ergotismo. De él se extrajeron sustancias químicas vasoactivas, los ergóticos, y se obtuvo el LSD.
  42. La hipnología en nuestros días. p. 25

 

Fernando J. Ponte Hernando

Profesor de la historia de la ciencia (USC) y médico especialista en medicina familiar y comunitaria. Doctor en Medicina, Veterinaria e Historia de la Ciencia. Académico numerario de Historia de la Medicina RAMG. Autor de numerosos tratados.

 

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