Jorge Cuadros: Doctor en Ciencias Biológicas

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El estrés crónico se puede relacionar con problemas de salud diversos, así como con el envejecimiento prematuro. Sin embargo, los mecanismos celulares que conectan la mente con las células son desconocidos, sobre todo en relación con el efecto del estrés psicológico. La longitud de los telómeros, la parte final de los cromosomas, que además mantienen la estabilidad de estas estructuras, se utiliza como un biomarcador del envejecimiento celular, dado que en cada división celular estos telómeros se acortan. Este proceso, que es compensado mediante la actividad de la enzima telomerasa, se va desequilibrando a medida que la persona envejece. En este trabajo de 2004, Epel y col. plantearon la hipótesis de que el estrés psicológico crónico podía provocar el acortamiento de los telómeros y la disminución de la actividad de la telomerasa en las células mononucleares de sangre periférica. Los resultados muestran que el grupo de mujeres cuya percepción del estrés se ve incrementada por tener que cuidar de un hijo con una enfermedad crónica durante varios años, presentan sus telómeros reducidos en una proporción equivalente a 10 años de envejecimiento. Este hecho resalta la importancia de las intervenciones psicológicas para la reducción del estrés, que podrían retardar el acortamiento de los telómeros.

Artículo Referenciado: Epel E, et al. (2004) Accelerated telomere shortening in response to life stress. Proceedings of the National Academy of Sciences 101(49):17312-17315.